El proyecto se lleva a cabo en una de las zonas más pobres de Kenia, afectada especialmente por la malaria, las enfermedades respiratorias y el cólera; y está concebido para dar asistencia sanitaria básica y preventiva a los beneficiarios durante periodos de diez años.
En los últimos años, Kenia ha sido uno de los países con mayor crecimiento económico de África, a pesar de las dificultades políticas que atraviesa y el asedio de la violencia, que ha incidido muy negativamente en su primera fuente de ingresos: el turismo. Algunos datos:
Una de las principales debilidades de Kenia es la desigualdad social de su población. La riqueza natural del país ha permitido el desarrollo de un turismo de lujo con grandes infraestructuras en las zonas más ricas, que contrastan significativamente con la pobreza absoluta de las zonas más desfavorecidas; donde cubrir las necesidades más básicas se convierte para gran parte de la población en una tarea difícil, cuando no imposible, que necesita de la ayuda externa.
La principal actividad económica en el medio rural es la agricultura. La propiedad de la tierra se concentra en grandes plantaciones y cooperativas dedicadas a la producción hortícola, de flor, te y café, y que acogen una media de cien familias por plantación. El salario de los recolectores, principalmente mujeres, es inferior a un euro al día. El 40% de la población no tiene acceso al agua, las condiciones de salubridad de los hogares son muy deficientes y desconocen las medidas más básicas de higiene.
La sanidad en Kenia está limitada y no es gratuita. Muchas familias, especialmente en las zonas rurales, no disponen de recursos económicos para hacer frente a los gastos médicos y uno de cada diez niños muere antes de cumplir los 10 años por enfermedades infecciosas curables como las diarreas infantiles, provocadas por falta de higiene.
El proyecto de salud infantil CHEP que Kianda Foundation ha puesto en marcha en Limuru, al norte de Nairobi, busca dar respuesta a las necesidades de atención sanitaria de los más desfavorecidos de la zona a través de programas de diez años de duración.