Éste es el lema que anima a las alumnas del Centro de Formación Técnica Kimlea. Un proyecto de Kianda Foundation que busca proporcionar educación de calidad y personalizada a mujeres y niñas que, de otra forma, no tendrían acceso a ella.
Kimlea Training Center se fundó en 1992, con la ayuda de la Unión Europea para ofrecer capacitación técnica a las mujeres de las plantaciones de té de la zona de Tigoni y a sus hijas. La mayoría de ellas apenas tiene formación y se encuentra en un círculo vicioso de pobreza difícil de romper. Dependen de la recolección del té o del café, un trabajo temporal con el que consiguen 5 chelines por kilo recogido; lo que significa menos de un euro al día, trabajando de sol a sol. Estos ingresos no son suficientes para satisfacer las necesidades básicas de una familia y menos para cubrir gastos sanitarios o de educación.
Con el fin de ayudar a resolver el problema de estas mujeres y sus familias, la Fundación Kianda comenzó Kimlea. Su principal objetivo es proporcionar conocimientos técnicos a mujeres y niñas para que tengan una fuente alternativa de ingresos y puedan elevar el nivel de vida de sus familias y, por ende, el de la sociedad que les rodea.
Kimlea comenzó en una habitación prefabricada, con un grupo de mujeres que trabajaban en las plantaciones de té y café, a las que se enseñaba habilidades de gestión doméstica y costura. En 1992 con la ayuda de los donantes Kimlea pudo hacer frente a la construcción de las instalaciones necesarias para dar respuesta a la creciente demanda.
Cada estudiante tiene como objetivo preparar un mejor futuro para sí misma y para los suyos; y esta motivación les alienta a trabajar mucho y bien. Kimlea ofrece dos modalidades de estudios: a tiempo completo o a tiempo parcial y la formación incluye alfabetización de adultos, inglés, informática, producción agraria, alimentaria y textil, y gestión doméstica. Con el certificado y habilidades adquiridos las estudiantes son capaces de iniciar sus propios negocios o ser empleadas bien remuneradas.