Vemos el proyecto de Pascaline sobre los bidones de agua.
Una de las obligaciones diarias de las mujeres y niños del valle de Minkoti consiste en abastecer de agua a la familia. Para ello tienen que bajar hasta el valle y subir los bidones cargados de agua durante varios kilómetros. Pascaline ha concebido un proyecto entre las mujeres del barrio: cada viernes las reúne fuera de Aruwimi y, con una lista en mano, deja que cada una de ellas entre sus bidones vacíos. Dentro, unas voluntarias los rellenan, pacientemente, con la ayuda de dos mangueras. A última hora de la mañana, y después de haber dedicado unas horas a servicios comunitarios (limpieza del barrio, despeje de caminos), recogen sus bidones llenos, los cargan sobre sus cabezas y se dirigen a casa.
Por primera vez, fuimos testigos de todo este proceso. Decidimos quedarnos para documentarnos. Una vez observado todo el proceso, fuimos al aula en la que Emma, una suiza, da clases a las formadoras en hostelería. Filmamos parte de la clase y luego aprovechamos también para grabar imágenes de recurso del valle y sus habitantes. Después, fuimos a un colegio local, donde los niños se nos acercan corriendo. Les hicimos fotos.
Por la tarde, filmamos las clases de hostelería y los distintos servicios; nos quedamos un rato más en la clase de Virginie, sobre historia de la cocina: tipos, conservación de los alimentos, etc. Y antes de cenar, fuimos con las alumnas a recoger grillos y orugas al jardín.
Acabamos el día bailando, sin luz, con las alumnas del LTPK. Llevan el ritmo en la sangre. Luego sucedió algo que no nos habríamos imaginado nunca: después del baile sirvieron los grillos perfectamente cocinados, a modo de aperitivo.